las 4 ciudades y una capital

La primera ciudad se funda en el este, es gris, tiene museos cerrados, y árboles añosos, permanece en el otoño, en sus aulas se busca recobrar lo olvidado, lo permanente, sus anchos colegios borbotea las búsquedas antiquisimas, los dolores profundos, los grandes mosaicos de sus calles, hacen que sus habitantes miren el suelo, los cementerios, los objetos perdidos, en esta ciudad se commemora, se celebra lo incelebrable, que se ajusta al reconocimiento. En esta ciudad solo hay una estación, de ahi llegan los tranvias con pasajeros que solo quieren irse, a pesar de que el aroma y las melodías, buscan en sus ojos agua para crecer.

La segunda ciudad se fundo en el oeste, porque desde ahi se podía expandir a nuevos territorios inexplorados, sus murallas y sus edificios son efectivos y altaneros, se camina rápido en sus calles pristinas, en ellas todo florece, porque si no muere, no hay detención, la ciudad vive de noche y de día, en cada jornada crece, y cambia algo sustancial de ella, sus celebraciones con militares, es importante el valor y las marchas, es una ciudad viajera, porteña, y con aires independentistas. Una ciudad que siempre ha creido que es capital sin serlo.

La tercera ciudad, en el sur esta hecha de murallas, y cercas, en cada casa brilla los metales y protecciones, las calles iluminadas y vacias, solo las acompañan los ladridos de perros guardianes, es una ciudad que vive de farmacias, clinicas y hospitales y guardias; en sus aulas se exploran viejas formulas, que se revisan una y otra vez, los edificios de anchos muros se esconden del universo y del hombre.
El murmullo en las iglesias, y la roca de la plaza son las mayores edificaciones, y
casi nadie viaja. Sus habitantes admiran a los de la ciudad del Oeste.

Adios Benedetti

Se ha ido Mario Benedetti, pocas veces un viejo me ha interpretado como él, en sus letras, en sus historias, ha descrito los edificios y los paisajes que habité por muchos años y que de vez en cuando habito. Hoy solo le quiero brindar un homenaje, una carta de agradecimiento por su comprensión de la tristeza y la nostalgia. Mi tristeza y mi noslalgia, dejame la 'Borra de Cafe' y 'la Tregua'. Él ha pasado a ese campo desvastado, a esa ciudad de habitantes desconocidos. Te dejo esta esta canción, en un idioma lejano, que emigro desde tus novelas.